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Actualmente, el tramo del paseo de la Alameda entre el Puente de Aragón y el Puente del Real tiene 3 carriles por sentido y en la parte central y en los laterales aparcan coches. Además, tiene otro tramo de circulación de coches en la parte lateral. La calzada está muy deteriorada y el exceso de ruido no favorece la movilidad peatonal por este histórico paseo de la ciudad valenciana. También carece de carril bici, pese a disponer de espacio suficiente para tenerlo.

El Paseo de la Alameda, en este tramo, se ha convertido en un gran aparcamiento de la ciudad de Valencia, donde cada día transitan miles y miles de coches, mientras se va degradando el histórico entorno del paseo.

Por tanto, se propone una reforma integral del Paseo de la Alameda, entre el Puente de Aragón y el Puente del Real, que pacifique el tráfico, que elimine los aparcamientos en la parte central, que construya un carril bici que fomente la movilidad sostenible, que incremente las zonas verdes y la zona peatonal y que, en definitiva, recupere este tramo para el disfrute de la ciudadanía, logrando un entorno agradable.

En la actualidad esta avenida es muy utilizada por ciclistas y peatones. Sería genial si se pudiera transitar por allí con paz y tranquilidad pero resulta que por norma general los vehículos motorizados circulan a velocidades por encima de la reglamentaria, generando peligro, contaminación y un ruido excesivo que crea problemas de salud a la vecindad. Circular en bici por Cardenal Benlloch es problemático por la cuestión indicada y porque la distancia de seguridad de los coches con los ciclistas no se cumple ni tampoco el uso de los intermitentes para anunciar giros. Los coches aparcados en el carril bus tampoco ayudan de manera que los ciclistas tienen que ir haciendo eses para sortearlos, de nuevo aumentando el riesgo. Además de la contaminación acústica, la polución en la zona y el tráfico motorizado insoportable, los edificios de esta avenida tienden a ser sucios y grises a causa de las partículas que generan los vehículos con motor de combustión, por no hablar de los poquísimos árboles que malamente mitigan los efectos negativos del tráfico contaminante.

Esta vía es de especial importancia para conectar el centro y el cauce del río con los barrios del norte; y sobre todo como ruta para llegar a las facultades que se encuentran en las avenidas de Blasco Ibañez y Tarongers. También es un claro eje de tránsito para aquellos ciclistas que quieren llegar a su trabajo provenientes de otros barrios situados más al sur o los que se desplazan a este punto cardinal desde el norte.

Además con los carriles bici de Manuel Candela y la avenida de Aragón, la última gran avenida de la zona en contar con carril bici es la de Cardenal Benlloch. Basta con mirar el plano de carriles bici de València para darse cuenta del vacío que existe aquí y de la necesidad de llenarlo.

Con la construcción de este carril bici sobre la calzada bidireccional o dos, uno en cada sentido, sin tocar el carril EMT-taxi se reduciría el peligro de los ciclistas, tanto éstos como los peatones no respirarían tanto humo contaminante provocado por los vehículos con motor de combustión, el ruido en la zona disminuiría, el riesgo para las personas también lo haría y todos los vecinos ganarían en calidad de vida.

Suplementar en altura la barandilla perimetral del ámbito del Parque infantil

colocación carteles de prohibición entrada de perros en el Parque.