Código propuesta de inversión: 8454
La ciudad moderna se lleva concibiéndo en Europa desde hace décadas libre de tráfico privado (excepro para residentes y tráfico de mercancias). Ha quedado demostrado que la peatonalización de las calles no las mata sino que las hace más vivibles. Las distintas corporaciones municipales han actuado con demasiada tibieza en este aspecto, ante el temor a la falta de comprension por parte de la ciudadanía, pero poco a poco se debe ir avanzando en esta cuestion, no hasta la ronda interior sinó hasta las grandes vías.
La propuesta actual, no más ambiciosa que cualquiera de las tímidas intervenciónes previas, propone la intervención en uno de los ejes vertebradores del centro que sirven de conexion con todo aquello que sucede despues de la Gran Vía. Se trata de la peatonalización del eje que parte desde la plaza del Ayuntamiento hasta la Gran Vía Fernando el Católico, hasta la parada del Metro de Ángel Guimerá (aunque lo ideal sería desde la plaza de América). Por dicho eje circulan a lo largo del día miles de personas de ida y de vuelta hacia comercios, trabajos, restaurantes y otras actividades que suceden en el corazón de la ciudad y a las que acuden gentes de otras partes de la misma, incluso del exterior de la propia ciudad, gentes que vienen con el metro para satisfacer sus necesidades del tipo que sean.
Este eje, desde el metro hasta la plaza del Ayuntamiento, tiene una visión muy triturada. Bien por la calle Cuenca, bien por Ángel guimerá se confluye en la calle Hospital, ¡¿rodada y de doble sentido?!. Una calle que empieza siendo el aparcamiento de quienes van a hacerse el pasaporte o el DNI y se peatonaliza para atravesar junto al acceso de la bibliteca y el Colegio del Arte Mayor de la Seda, que no guarda coherencia ni con el antes ni con el después, cuando se abre a una "plaza" con dos nombres como son Vinatea y Actor Rivelles y se desparrama como un delta sobre la avenida del Oeste, con la antigua isleta para el autobús que ya no pasa, dejando a nuestros mayores un interminable paso de peatones, en vez de ajardinar la isleta y el espacio frente al edificio de Garrigues-En Sanz, dotando de algo de vegetacion y suelo permeable. Posteriormente se estrangula, en contra direción, sobre una calle Garrigues que no es sino continuidad de una calle peatonalizada a base de diponer unos contenedores en su embocadura. Verdaderamente, a ojos de aquellos que vienen y lo desconocen, se suceden distintas imágenes de ciudad desordenada, incoherente.
Si miramos bien el plano de la ciudad, el eje planteado, desde Ángel Guimerá hasta la plaza de América o Puente del Mar es un eje estratégico a cuidar ya que une puntos importantes y cruza diametralmente el centro histórico. Es un eje que siempre ha existido, al menos para los que hoy vivimos en esta ciudad.
Cuando me preguntan como llegar al Ayuntamiento me gustaría decir: "siga esta calle hasta el final." Pero resulta imposible. Si tuvieramos tan solo una rigola que partiera del metro y llegara hasta la plaza del Ayuntamiento, una línea de farolas o algo que articulara dicho eje, resultaría tan legible... y menos coches.
¡Peatonalicemos un itinerario desde el metro de Ángel Guimerá hasta la Plaza del Ayuntamiento!