Código propuesta de inversión: 7511
La implantación de la zona verde en el distrito de L’Olivereta supondría un avance clave para vecinos y comercios, corrigiendo una desigualdad frente al centro de València, donde el sistema ya ha demostrado su éxito.
1. Prioridad para residentes y reducción del estrés en el aparcamiento La zona verde reservaría plazas exclusivas para residentes, evitando la saturación actual causada por vehículos de no residentes. En el centro (Ciutat Vella, Russafa...), este modelo permite a los vecinos aparcar cerca de sus hogares sin competir con visitantes. En L’Olivereta, sin embargo, la zona azul general obliga a una rotación constante, generando inseguridad y dificultades para acceder a viviendas y comercios locales. Mientras en Ciutat Vella hay estacionamiento prioritario 24 horas, aquí las plazas son de uso mixto.
2. Impulso al comercio de proximidad La zona verde fomentaría que los residentes permanezcan más tiempo en su barrio, beneficiando a pequeños negocios. En el centro, zonas como El Carme han visto aumentar clientes locales gracias a la facilidad de aparcamiento. En L’Olivereta, donde los vecinos evitan usar el coche por falta de plazas accesibles, replicar este modelo dinamizaría la economía, como ya ocurrió en Benimaclet.
3. Mejora de la seguridad vial y reducción de tráfico Al limitar el estacionamiento a residentes, se reduciría el tráfico de vehículos en busca de plaza. En el centro, esto ha disminuido la congestión y los accidentes (por ejemplo, en Russafa, con un 30% menos de tráfico desde 2023). Para L’Olivereta, con calles estrechas y alta densidad, esto significaría calles más tranquilas y aire más limpio.
4. Equidad territorial y reducción del agravio comparativo El centro cuenta con 12.000 plazas verdes para residentes, mientras L’Olivereta, uno de los distritos más poblados, carece de ellas. Esta disparidad agrava desigualdades, obligando a los vecinos de la periferia a asumir mayores perdidas de tiempo y dinero aparcando. Implantar la zona verde aquí sería un paso hacia la justicia urbana, como en Patraix, donde mejoró la cohesión social.
5. Cohesión vecinal en pro de decidir cómo usar el espacio público La zona verde fomenta la participación vecinal. En el centro, los procesos consultivos para su implantación han fortalecido el sentimiento de pertenencia. En L’Olivereta, con un tejido asociativo fuerte, este sistema permitiría a los vecinos decidir sobre su espacio público, como ocurrió en Russafa, donde el 78% de residentes apoyaron la medida en 2024.
En resumen Establecer la zona verde en L’Olivereta resolvería problemas prácticos y cerraría parte de la brecha de privilegios respecto al centro. El éxito en el centro demuestra que políticas inclusivas benefician a todos: vecinos, comercios y ciudad. Es hora de que L’Olivereta acceda a las mismas herramientas que ya han transformado positivamente otras zonas de la ciudad.