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La propuesta que se plantea es la ampliación de la zona destinada a parque infantil, así como la renovación de los elementos existentes y destinados a los niños, puesto que el espacio actual es muy pequeño para la cantidad de niños que cada tarde después de la salida de los distintos colegios del barrio se concentran en este reducido parque.  En esta plaza se ha ocupado la mayor parte del espacio libre con terrazas de los bares colindantes, dejando muy poco espacio para el uso y disfrute de los más pequeños. El artículo 7 de la Declaración de los Derechos del Niño afirma que “el niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho”.

Es indiscutible que los juegos al aire libre desarrollan la creatividad de los niños y fortalecen su seguridad. Los más pequeños exploran, se mueven y comienzan a conocer más de cerca el mundo que les rodea. Los diferentes juegos de los parques infantiles como columpios, balancines, toboganes o torres, ayudan a estimular el desarrollo físico y emocional de los más pequeños. La actividad en el exterior permite ver el mundo desde otra perspectiva y, sin duda, hace que los pequeños de la casa crezcan felices, sanos y fuertes. El juego al aire libre, el aire fresco y la luz solar, ayuda a los niños a relacionarse y a descubrir lo mejor de ellos mismos, así como a desarrollar nuevas habilidades. Además, socializan entre ellos, lo que aumenta su autoestima y ayuda al desarrollo del comportamiento. Los parques infantiles y sus juegos favorecen la conexión de los niños unos con otros y generan compañerismo.